La auditoría interna es una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización. Ayuda a una organización a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión.
El seguimiento y mantenimiento periódico del Sistema de Gestión a través de auditorías internas, además de ser un requisito normativo, facilita el mantenimiento de la “salud del sistema” siendo una consecuencia natural el éxito en auditorías de tercera parte, es decir, aquellas de seguimiento y renovación del certificado del Sistema de Gestión por parte de la entidad certificadora elegida.
Las diferentes normas de gestión determinan que “La selección de los auditores y la realización de las auditorías deben asegurar la objetividad e imparcialidad del proceso de auditoría. Los auditores no deben auditar su propio trabajo.”